10 AÑOS DE GRACIA (2023-2033)

El Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María nos exhortan a preparar atodo el mundo de una manera muy especial para experimentar el amor y la misericordia inmerecedores de Dios, que fluye del corazón traspasado de Jesús y de la salvación traída por Él en la cruz . Nos preparamos en estos diez años de gracia (2023-2033) para entrar en el año de Gran Jubileo en 2033 que marcará 2000 años de acontecimientos muy importantes en nuestro camino personal de fe y también el de la Iglesia católica y el del mundo entero. Acontecimientos importantes: Domingo de Ramos, Lavado de pies, Última Cena y La institución de la Sagrada Eucaristía como expresión del misterio pascual, La Pasión de Cristo, La sangre y el agua que brotaron del Corazón de Jesús como fuente de misericordia para nosotros, Crucifixión y Muerte de Jesús, Madre Santísima como un regalo maravilloso para nosotros, Resurrección, Ascensión, Pentecostés, Nacimiento de la Iglesia Católica, Primeros mártires, Primeros misioneros y viajes misioneros, etc.]
No solamente conmemoramos estos eventos importantes, sino también recordamos otras figuras Bíblicas que han experimentado el amor y la misericordia inmerecedores de Dios.
*Perdió su punto de conducta del martes por perder el tiempo en clase cuando debería estar trabajando.
- San Pedro que negó a Jesús tres veces pero respondiendo a “Me amas?” desde lo más profundo de su corazón fue elevado a la Santa Sede y finalmente se convirtió en el primer Papa.
- María Magdalena, que amó a Jesús siguiéndolo apasionadamente hasta el Calvario bajo los pies de la cruz, recibió un gran privilegio de ver y experimentar al Señor Resucitado incluso antes que sus discípulos.
- San Juan que se recostó en el seno de Jesús pudo seguirlo hasta el pie de la cruz acompañando a la Santísima Madre.
- El Buen ladrón en la cruz que recibió el mayor regalo de estar en el paraíso con Jesús en poco tiempo.
- Santa Verónica pudo limpiar el rostro de Jesús en su camino al Calvario y Jesús movido con misericordia imprimió Su Santo rostro en su toalla.
- Simón de Cirene recibió una oportunidad inesperada y transformadora de llevar la cruz con Jesús.
- Discípulos de Emaús que reconocieron a Jesús durante la fracción del pan.
- Por último, pero no menos importante, no olvidemos la madre burra y el burrito sobre los que se sentó Jesús durante su entrada triunfal en Jerusalén.
Todo esto nos recuerda el amor y la misericordia inmerecedores de Dios en sus diferentes dimensiones. El Cielo nos invita a cada uno de nosotros a beber de este océano de la Divina Misericordia, especialmente en estos 10 años de gracia. Jesús es tan misericordioso y amoroso que nunca interferirá con nuestra libertad. Está llamando a la puerta esperando que le abran. (Apocalipsis 3:20). La Madre María puede abrir las puertas de nuestro corazón a Jesús y al Espíritu Santo si clamamos “Ave María, llena eres de gracia…” porque ella es la hija amada del Dios Trino y es la madre de toda bondad. En la Carta de San Pablo a los Romanos leemos: “Y la esperanza no nos decepciona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Romanos 5,5). de un Nuevo Pentecostés es la necesidad de la hora de experimentar esta Divina Misericordia en su plenitud y así gustar la buena nueva de gran alegría para todos los pueblos del mundo (Lucas 1:10) que fue anunciada por los ángeles hace 2023 años. Como esta Misericordia y amor Divino han sido derramados en nuestros corazones a través del Espíritu Santo, todos los corazones deben estar llenos de los frutos, dones y carismas del Espíritu Santo para experimentar y ser testigos de este amor. La Esposa del Espíritu Santo – Santísima Madre abrirá los corazones del mundo (800 millones de personas) para recibir la Divina Misericordia que conduce al arrepentimiento y la renovación de los corazones. Sólo la Madre María con el poder del Espíritu Santo puede cambiar este mundo oscurecido a la luz brillante y eterna. Al leer los signos de los tiempos, entendemos las realidades presentes del mundo, de la Iglesia Católica, de nuestras familias y de lo más íntimo de nuestro corazón y muchas veces nuestra situación se asemeja a “el último estado de aquella persona es peor que el primero”. (Lucas 11:24-26). El mundo entero está en oscuridad y el poder maligno tiene mucho control sobre los corazones humanos.
“No os dejéis vencer por el mal, sino venced el mal con el bien”. [Romanos 12:21]
Sólo queda una cosa por hacer. Venzamos el mal con el bien y el bien no es otro que el Espíritu Santo. En 1 Juan 14:16 leemos: “Y os daré otro abogado, que esté con vosotros para siempre”. Que el Espíritu Santo nos ayude a no culpar a otros ni a encontrar faltas en los demás, sino a ser llenos de los frutos de la Espíritu Santo. “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, bondad, generosidad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio” (Gálatas 5:22). Que el Espíritu Santo que fortaleció a los apóstoles y a los primeros cristianos para dar testimonio de Jesús al mundo entero (Hechos 1:8) nos fortalezca e inflame el espíritu que nos ha sido dado durante nuestro Bautismo y Confirmación.
“Dios creó todo para el hombre, pero el hombre a su vez fue creado para servir y amar a Dios y para ofrecerle toda la creación”. (Catecismo de la Iglesia Católica.)
Unamos nuestras manos y corazones para establecer el Reino de Dios en la tierra y ofrecer toda la creación a Dios junto con Nuestra Señora del Rosario, a través de los Sacramentos, especialmente la Sagrada Eucaristía, con todos los santos y ángeles creyendo en la promesa. “Nada es imposible para Dios.”(Lucas 1:37). Mientras tenemos estos 10 años de gracia, comencemos a hacerlo elegante y a prepararnos a nosotros mismos y al mundo entero para celebrar el Grandioso Jubileo de 2033.